En el análisis experimental 2, tenemos la aplicación práctica de los conocimientos básicos a partir de la interacción de la conducta con el medio ambiente. Estos conocimientos llevados a la práctica permiten conocer el funcionamiento de los eventos ambientales o propiciadores de la conducta, al momento de ser activada con el propósito de conservarla, modificarla y/o eliminarla.
Luego de dominar los conceptos básicos de la conducta y el medio ambiente, para conocer como funcionan en una interacción natural, fortuita y/o sistemáticamente en el laboratorio, procuramos ponerlos en práctica a través de los condicionamientos Operante o instrumental y Clásico o Respondiente, experimentos científicos estos que permitieron descubrir las leyes del aprendizaje (conductismo; Jhon Watson, 1896-1939 y Burrus F Skinner 1904-19870)
En esta parte de análisis experimental vamos a tratar con los procesos y subprocesos que intervienen dentro de un condicionamiento. En cada uno de estos procesos, comprobaremos los cambios que se producen en la conducta, cuando manipulamos sistemáticamente el medio ambiente bajo el control de los principios y técnicas de condicionamientos unido a las unidades de respuestas.
El tiempo y los estímulos combinados en intervalos y posiciones sobre la conducta de un sujeto de experimento, nos proporcionan esos cambios. Los eventos ambientales aplicados a conveniencia de los intereses del experimentador sobre la conducta del sujeto utilizado y escogido para tal fin, garantiza el éxito de cualquier proceso de condicionamiento. En el trayecto trabajaremos manipulando el ambiente del sujeto con relación a la conducta que se desea implementar en su estudio práctico ¿de qué forma? veamos:
Tomamos como ejemplo el estímulo reforzador, el evento ambiental imprescindible al momento de manipular una conducta.
1. El estímulo reforzador se define, como un evento ambiental que aparece después de la respuesta como consecuencia de la misma y la afecta de manera inmediata, haciendo probable que se repita la misma en el futuro conductual del sujeto que la manifiesta. Esto implica que cuando utilizamos un estímulo reforzador, estamos implementando un proceso de reforzamiento. En este proceso el reforzador ha de administrarse al sujeto inmediatamente después de que haya manifestado la respuesta que se va a condicionar. Una vez que el sujeto asume el reforzador, la respuesta se repetirá.
Ahora veamos, cuando aplicamos un estímulo neutral con el fin de convertirlo en discriminativo.
2. Como sabemos, un estímulo discriminativo se define como un evento ambiental que precede y acompaña la respuesta, no la evoca, pero hace altamente probable que la respuesta se manifieste en su presencia. Es decir que luego que el sujeto lo asume para una situación determinada de su conducta, será efectivo para que su respuesta se manifieste. Entonces siempre que logramos establecer dentro de un condicionamiento de la conducta de un individuo un estímulo discriminativo, hemos llevado a cabo un proceso de discriminación, consiguiendo que el sujeto discrimine. Debemos recordar que los estímulos discriminativos siempre serán individuales, sea que los asuma un solo individuo o un grupo de individuos de característica homogéneas.
Debemos establecer la diferencia entre el estímulo reforzador y el discriminativo en relación a sus efectos sobre la respuesta a la cual afectan:
- La respuesta siempre será una operante para el reforzador que aparece después de ella.
- El estímulo discriminativo aparece previo a la conducta, favoreciendo la respuesta final ante el reforzador.
- El estímulo discriminativo solo tendrá características discriminatorias para la respuesta particular con la cual se asoció al reforzador particular para esa respuesta y no deberá confundirse con otro.
No hay que olvidar que un estímulo solo se convierte en reforzador cuando el individuo lo haya asumido como tal, lo mismo que el estímulo discriminativo. Por lo que la mera presentación de un estímulo no garantiza la manifestación de la respuesta. Es necesario que los estímulos queden bien establecidos en el condicionamiento, con lo que podemos demostrar los procesos de adquisición y extinción los cuales entran de manera arbitraria en todo tipo de condicinamiento.
Veamos el ejemplo con el experimento de Pavlov (ver experimento)
Paso 1. "Pavlov toca la campana, presenta el alimento y el perro saliva".
Puede notar que el perro saliva cuando ve el alimento, pero este último aun no es reforzador, el perro no lo ha comido. El sonido de la campana no afecta su respuesta. Aun no se asocia con el alimento, por lo tanto no ha pasado a ser discriminativo.
Paso 2. "Pavlov toca la campana, presenta el alimento, el perro saliva y luego come".
Ahora el alimento se convierte en reforzador (proceso de reforzamiento), el perro lo comió, mientras que la campana permanece neutral, hasta que se repita en varias secciones.
Paso 3. "Pavlov toca la campana y el perro saliva, luego recibe su alimento y come".
Podemos afirmar ahora que el sonido de la campana pasa a ser estímulo discriminativo. El perro saliva cuando suena la campana, aun no ha visto su alimento, aprendió a través de la repetición sistemática de ambos estímulos (proceso de discriminación) que cuando suena la campana (discrimina) obtendrá alimento, ahora este sonido establece la ocasión para el reforzamiento (adquirió una nueva respuesta, salivar ante el sonido de una campana)
Gracias por participar de este nuestro blog. No olvides dejar tu comentario. FLAVIA PEGUERO.
Propiedad del administrador de la página. Protegido por ley del derecho de autor de la República Dominicana con el aval de acuerdos internacionales.
Luego de dominar los conceptos básicos de la conducta y el medio ambiente, para conocer como funcionan en una interacción natural, fortuita y/o sistemáticamente en el laboratorio, procuramos ponerlos en práctica a través de los condicionamientos Operante o instrumental y Clásico o Respondiente, experimentos científicos estos que permitieron descubrir las leyes del aprendizaje (conductismo; Jhon Watson, 1896-1939 y Burrus F Skinner 1904-19870)
En esta parte de análisis experimental vamos a tratar con los procesos y subprocesos que intervienen dentro de un condicionamiento. En cada uno de estos procesos, comprobaremos los cambios que se producen en la conducta, cuando manipulamos sistemáticamente el medio ambiente bajo el control de los principios y técnicas de condicionamientos unido a las unidades de respuestas.
El tiempo y los estímulos combinados en intervalos y posiciones sobre la conducta de un sujeto de experimento, nos proporcionan esos cambios. Los eventos ambientales aplicados a conveniencia de los intereses del experimentador sobre la conducta del sujeto utilizado y escogido para tal fin, garantiza el éxito de cualquier proceso de condicionamiento. En el trayecto trabajaremos manipulando el ambiente del sujeto con relación a la conducta que se desea implementar en su estudio práctico ¿de qué forma? veamos:
Tomamos como ejemplo el estímulo reforzador, el evento ambiental imprescindible al momento de manipular una conducta.
1. El estímulo reforzador se define, como un evento ambiental que aparece después de la respuesta como consecuencia de la misma y la afecta de manera inmediata, haciendo probable que se repita la misma en el futuro conductual del sujeto que la manifiesta. Esto implica que cuando utilizamos un estímulo reforzador, estamos implementando un proceso de reforzamiento. En este proceso el reforzador ha de administrarse al sujeto inmediatamente después de que haya manifestado la respuesta que se va a condicionar. Una vez que el sujeto asume el reforzador, la respuesta se repetirá.
Ahora veamos, cuando aplicamos un estímulo neutral con el fin de convertirlo en discriminativo.
2. Como sabemos, un estímulo discriminativo se define como un evento ambiental que precede y acompaña la respuesta, no la evoca, pero hace altamente probable que la respuesta se manifieste en su presencia. Es decir que luego que el sujeto lo asume para una situación determinada de su conducta, será efectivo para que su respuesta se manifieste. Entonces siempre que logramos establecer dentro de un condicionamiento de la conducta de un individuo un estímulo discriminativo, hemos llevado a cabo un proceso de discriminación, consiguiendo que el sujeto discrimine. Debemos recordar que los estímulos discriminativos siempre serán individuales, sea que los asuma un solo individuo o un grupo de individuos de característica homogéneas.
Debemos establecer la diferencia entre el estímulo reforzador y el discriminativo en relación a sus efectos sobre la respuesta a la cual afectan:
- La respuesta siempre será una operante para el reforzador que aparece después de ella.
- El estímulo discriminativo aparece previo a la conducta, favoreciendo la respuesta final ante el reforzador.
- El estímulo discriminativo solo tendrá características discriminatorias para la respuesta particular con la cual se asoció al reforzador particular para esa respuesta y no deberá confundirse con otro.
No hay que olvidar que un estímulo solo se convierte en reforzador cuando el individuo lo haya asumido como tal, lo mismo que el estímulo discriminativo. Por lo que la mera presentación de un estímulo no garantiza la manifestación de la respuesta. Es necesario que los estímulos queden bien establecidos en el condicionamiento, con lo que podemos demostrar los procesos de adquisición y extinción los cuales entran de manera arbitraria en todo tipo de condicinamiento.
Veamos el ejemplo con el experimento de Pavlov (ver experimento)
Paso 1. "Pavlov toca la campana, presenta el alimento y el perro saliva".
Puede notar que el perro saliva cuando ve el alimento, pero este último aun no es reforzador, el perro no lo ha comido. El sonido de la campana no afecta su respuesta. Aun no se asocia con el alimento, por lo tanto no ha pasado a ser discriminativo.
Paso 2. "Pavlov toca la campana, presenta el alimento, el perro saliva y luego come".
Ahora el alimento se convierte en reforzador (proceso de reforzamiento), el perro lo comió, mientras que la campana permanece neutral, hasta que se repita en varias secciones.
Paso 3. "Pavlov toca la campana y el perro saliva, luego recibe su alimento y come".
Podemos afirmar ahora que el sonido de la campana pasa a ser estímulo discriminativo. El perro saliva cuando suena la campana, aun no ha visto su alimento, aprendió a través de la repetición sistemática de ambos estímulos (proceso de discriminación) que cuando suena la campana (discrimina) obtendrá alimento, ahora este sonido establece la ocasión para el reforzamiento (adquirió una nueva respuesta, salivar ante el sonido de una campana)
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